India en su proyección tecnológica global

Centro tecnológico de primer orden, en varias áreas compite con China

Como parte de la política exterior de la India, que busca socializar una visión expresada en frases como “Vasudhaiva Kutumbakam” (el mundo como una familia), el primer ministro Modi impulsa también la exportación de los desarrollos tecnológicos nacionales.

Éric Leclerc, un estudioso de la India, radicado en la Universidad de Lille Nord, Francia, apunta que la industria de tecnologías de la información permitió que India se hiciera un espacio en el escenario global y se beneficiara con el asentamiento de centros de desarrollo de ultramar, a cargo de empleados indios de empresas multinacionales, un fenómeno que se dio en la década del ’80 del siglo XX y que tuvo a India como centro de relocalizaciones de producción de software y servicios de tecnologías de la información. Ello abrió una nueva  etapa  de  outsourcing internacional, al mismo tiempo que el país adquiría importancia en lo que hace a la circulación global de profesionales de este área. En línea con ello, en la actualidad, es conocida la participación de personas de origen indio en altos cargos de diversas empresas tecnológicas, como Google, Microsoft, entre otras.  

Esta dinámica que hoy lleva adelante el partido de Modi, el BJP, se remonta al plan de diez años (1966-1975) creado por el Comité nacional de Electrónica, que sentaría las bases de las industrias de servicios de tecnología e información. Este sector y la economía digital contribuyen hoy con un porcentaje relevante del PIB indio, que se espera ampliar. En ese marco, en poco más de una década, India creó diversas plataformas digitales públicas exitosas, que conforman su Infraestructura Pública Digital (IPD), conocida anteriormente como “India Stack”.    

La IPD, que constituye un primer avance en el panorama tecnológico de la India en nuestra revisión, se inició con Aadhaar, el sistema de identificación digital biométrica más grande del mundo, concebido bajo el gobierno de la Alianza Progresista Unida, en 2009. Hoy ya cubre a casi toda la población india y es dirigido por el gobierno a través de la Autoridad de la Base de Datos de Identificación Única de la India. Para 2009, India no tenía ningún tipo de identificación reconocida para todo uso a nivel nacional. En 2016, se estableció la Interfaz de Pagos Unificada, que facilita los pagos digitales, está gestionada por la Corporación Nacional de Pagos de la India, una empresa público-privada regulada por el Banco de la Reserva de India. Por su parte, en cuanto a la gestión de datos, cada usuario de Aadhaar puede acceder a diversos documentos de todo orden, en línea, cuya autenticidad está garantizada por el gobierno a través del sistema Digilocker. Todo lo mencionado permite extender las ventajas del sistema digital a diversos sectores de la vida social y potenciar la llegada a la población en caso de emergencias. 

El alcance de la tecnología pública comparte escena con otros diseños, en sectores cruciales como la salud y el saneamiento. En el campo de la salud, el programa nacional insignia, la campaña India Digital, fue lanzada en 2015 e incluye iniciativas de salud pública digital para sus servicios de atención en las zonas rurales, al tiempo que la  Política Nacional de Salud de 2017 preveía un sistema de atención completamente digitalizado. En el campo del saneamiento, y a modo de ejemplo, la Alianza Nacional para la Gestión de Lodos Fecales y Secreciones Sépticas lanzó “India para el mundo”, una plataforma infográfica que muestra el progreso del país en prácticas de saneamiento sostenibles, tema especialmente problemático en India.  

Este ecosistema digital complejo posee diversos actores sociales que lo conforman, entre ellos la Organización para el Desarrollo de la Exportación de Tecnología, proyecto único de asociación público-privada entre la Confederación de la Industria de la India, el Departamento de Investigación Científica e Industrial y el Ministerio de Comercio, iniciado en 2002, cuyo objetivo es promover las tecnologías nacionales y que ya ha colaborado en la promoción de aproximadamente 830 organizaciones. 

En el marco de esta dinámica, el  Instituto Internacional de Tecnología de la Información (Bangalore) lanzó en 2018 la Plataforma de Identidad Modular de Código Abierto (MOSIP), que ofrece  una versión de acceso público de una tecnología similar a Aadhaar, sobre la que varios países iniciaron ya pruebas piloto y/o la adoptaron entre 2020 y 2024, tales como Filipinas, Sri Lanka o Marruecos, que la integró con su propia base de huellas dactilares,entre otros. Incluso en marzo de 2024 se firmó un acuerdo con Perú. 

El tema ocupó diversos espacios durante la presidencia india del G20 (2023), de tal manera que, en agosto de ese año, en el documento final que surgió de la reunión de ministros encargados de la economía digital en ese contexto, se atiende a la iniciativa de dicha presidencia y se da una noción de la infraestructura pública digital (IPD), al tiempo que se señalan direcciones para su desarrollo y aplicación (G20 Digital Economy Ministers Meeting Outcome Document and Chair Summary, 19 de agosto de 2023). De igual manera, se acoge el “Marco del G20 para los sistemas de infraestructura pública digital (Anexo 1)”. Allí, India propuso la creación de la “Una Alianza para el Futuro”, iniciativa de carácter voluntario que busca reunir a los diversos actores y mecanismos existentes para dar sinergia a los esfuerzos globales sobre IPD. El documento final menciona además que la India crearía un Repositorio Global del tema, que ya está funcionando. En línea con ello, en septiembre de 2023 se realizó en India, la Cuarta reunión de la Alianza Mundial para la Inclusión Financiera, donde se discutieron diversas cuestiones asociadas a su tema central de interés y ello se complementó con la realización de un simposio sobre “Promoción de la inclusión financiera a través de la infraestructura pública digital: empoderamiento de los consumidores mediante la alfabetización digital y financiera y la protección del consumidor”.

En paralelo a ello, la promoción que India realizó entre algunos de sus socios más relevantes se tradujo en declaraciones conjuntas que remarcan la importancia de la temática en tales relaciones. Por ejemplo: la declaración conjunta tras la primera reunión del Consejo de Comercio y Tecnología de la Unión Europea y la India (febrero de 2023), India – EU Joint Statement 1st Meeting of the Trade and Technology Council, (16 de mayo, 2023) y la declaración conjunta tras la reunión del primer ministro Modi y el presidente de Estados Unidos Joe Biden (junio de  2023). El mandatario de EE.UU. declaró incluso su intención de explorar  una “Alianza Global para el Desarrollo Digital”, que contribuiría al desarrollo de IPD en países en desarrollo (Joint Statement from the United States and India, 22 de junio de 2023). 

De igual modo, tomando en cuenta el antecedente de que en 2022 India fue “País del año” en VivaTech, el evento anual de empresas emergentes y tecnológicas más importante de Europa, en una misma dirección, tras la visita de Estado de Modi a Francia en el contexto del vigésimo quinto aniversario de la Asociación Estratégica entre India y Francia, en julio del mismo año, se publicó el documento “Horizon 2047: 25th Anniversary of the India-France Strategic Partnership, Towards A Century of India-France Relations, 14 de julio, 2023”. 

En igual sentido, se realizó el encuentro anual del Diálogo Digital Indo-Germano, en diciembre de 2023, con su Nuevo Plan de Trabajo 2023-2024, que incluyó las plataformas digitales públicas como un espacio prioritario de cooperación. Y tras el encuentro del QUAD en Estados Unidos, en septiembre de 2024, se dio la publicación de sus “Quad Principles for Development and Deployment of Digital Public Infrastructure, 2024”. 

Las oportunidades en este campo surgen también con Australia, el mayor socio de desarrollo de los países insulares del Pacífico, que se propone crear economías digitales inclusivas en ellos, países con los que India ya estableció en 2014 el Foro para la Cooperación India-Islas del Pacífico y anunció, cinco años después, una subvención de 12 millones de dólares para proyectos de desarrollo, iniciativas que bien podrían confluir. 

Además de la gran tarea de la India con India Stack, en torno de la construcción de plataformas digitales como un bien público y el fomento de un entorno colaborativo para las entidades públicas y privadas, incorporando a millones de ciudadanos al sistema formal, el país se convirtió en uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo y alberga una gran variedad de empresas que atienden a diferentes sectores y también se proyectan al exterior. Entre ellas, puede mencionarse a Trucksome, plataforma logística que aborda  la fragmentación de las redes de transporte en Kenia y genera un mercado digital que conecta al sistema de camioneros y transportistas. Por su parte, Mobiversal ofrece servicios financieros móviles en África Oriental, enfrentando la baja tasa de penetración bancaria de la región, mientras DeHaat, conecta a los agricultores de Kenia con los compradores, eliminando intermediarios e impactando en sus ganancias. Por su parte, Think and Learn, dedicada a la tecnología educativa, lanzó la aplicación de aprendizaje Byju’s y señala contar hoy con más de 150 millones de usuarios registrados y estar presente en Estados Unidos, Canadá, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Sudáfrica, etc.      

El sector militar

Otro ámbito de impacto de la tecnología es el de la Defensa, en el que India se ubicó hacia 2022 como el tercer país con mayor gasto militar detrás de Estados Unidos y China, así como el mayor importador en el área, aunque la maduración del sector manufacturero indio y la iniciativa “Make in India” lanzada en 2014, están modificando ese panorama. El país busca en la actualidad reducir las importaciones de equipos de defensa (ya se prohibió la importación de más de 400 armas y se busca desarrollar en India diversos componentes que todavía son importados), al mismo tiempo que aumentar las exportaciones de equipos y tecnología de defensa. India ya exporta material militar a más de 85 países.

En 2001, India permitió la participación del sector privado en la manufactura del sector de defensa, pero recién en 2014 se introdujo una estrategia de exportación, que reunió a los principales burócratas para impulsarla, acompañados por la decisión de estimular la fabricación nacional en el sector, la designación de Agregados de Defensa en diversas embajadas para impulsar la venta de lo producido, junto a la extensión de líneas de crédito a diversos países para hacer posibles tales intercambios. La iniciativa Atma Nirbhar Bharat enfatizó la relevancia de la autosuficiencia del país y condujo al desarrollo del Procedimiento de Adquisiciones de Defensa en 2020, que priorizó los productos fabricados localmente para las fuerzas armadas del país. 

En la actualidad, los grandes conglomerados de defensa, en el marco de “Make in India”, Tata Advanced Systems, Bharat Electronics, Hindustan Aeronautics Ltd, etc., dominan como integradores de sistemas y obtienen componentes de pequeñas empresas emergentes que ensamblan bajo su propia marca, suministrando lo producido a las fuerzas armadas, bajo encargo de la Organización de Investigación y Desarrollo de Defensa,  que luego hace su entrega a una unidad del sector público para su producción en masa. En ese contexto, India, bajo el programa iDEX/Innovaciones para la Excelencia en Defensa, apoya financieramente a distintas empresas emergentes, innovadores individuales e incubadoras. Se destacan entre ellas ideaForge, Sagar Defence Engineering y otras, con un derrotero que se muestra exitoso pero puede profundizarse y mejorarse. Paralelamente, cabe señalar que gran parte de las exportaciones de defensa de la India se destinan a EE.UU., algunas de cuyas  importantes empresas locales de defensa, como Boeing y Lockheed Martin, establecieron subsidiarias conjuntas en India, las cuales producen componentes que se integran en las cadenas de suministro mundiales. Para mejorar aún más el desempeño de sus exportaciones de defensa, se espera un aumento presupuestario en investigación y desarrollo del sector, al mismo tiempo que analistas consideraron que sería de utilidad también contar con una agencia única responsable de promover las exportaciones de defensa. 

Espacio exterior y mar profundo

La tecnología también ha abierto el camino de la India hacia el espacio exterior y el mar profundo. 

En 2013, India lanzó la Misión Mars Orbiter (Mangalyaan), sonda espacial que orbitó Marte desde 2014. Así, se convirtió en el primer país asiático en alcanzar la órbita de ese planeta y la segunda misión en hacerlo en su primer intento. La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) fue la cuarta agencia espacial en lograr la órbita de Marte (tras la URSS, Estados Unidos y la Unión Europea). En 2023, en otro hito del programa espacial indio, la misión Chandrayaan-3 aterrizó en el polo sur de la Luna de manera exitosa, de manera que es el cuarto país en aterrizar en la Luna, luego de Estados Unidos, Rusia y China, pero el primero en hacerlo en el polo sur. Ese mismo año, India se hizo firmante de los Acuerdos de Artemisa, tratado internacional que busca establecer principios de cooperación para futuras misiones de exploración y explotación civil con fines pacíficos en la Luna, Marte y cualquier cometa o asteroide del sistema solar. Cabe recordar también el interés de Estados Unidos de evitar que India se sumara a iniciativa de la Estación Internacional de Investigación Lunar, liderada por China y Rusia. En paralelo, se acordó sumar un astronauta indio a la Misión Espacial Internacional, que ya está entrenando en la NASA, en un esfuerzo conjunto de ISRO, NASA y Axiom Space, en el contexto del “Marco estratégico para la cooperación en materia de vuelos espaciales tripulados” entre India y Estados Unidos. 

Para 2025, ISRO se propone  el envío de una misión tripulada de tres días al espacio con una altitud de 400 kilómetros sobre la Tierra y regresar. Mientras Chandrayaan-3 continúa enviando datos, en enero de 2024 ISRO lanzó la misión Aditya-L1, primera misión india basada en el espacio para estudiar el Sol, para observar continuamente el astro y obtener así ventajas en el conocimiento del detalle de las actividades solares y su efecto en el clima espacial en tiempo real. De igual modo, ISRO se abrió a los vuelos espaciales comerciales, anunció una estación espacial india (según su ambición, hacia 2035) y aspira a enviar un astronauta a la Luna en 2040.

En un desarrollo similar, aunque dirigiéndose al mar profundo, también 2025 será el año de la misión Samudrayaan, con su vehículo de aguas profundas Matsya 6000 (desarrollado en el Instituto Nacional de Tecnología Oceánica de Chennai), que enviará a una tripulación de tres personas a una profundidad de 6.000 metros para realizar un estudio exhaustivo de los recursos de las profundidades marinas. Se prevé la extracción de dichos recursos (apoyando la “economía azul”), al tiempo que evaluación de la biodiversidad marina. Para estos fines de exploración, India desarrolló una máquina minera de aguas profundas llamada Varaha-1 que ya fue testeada a más de 5.000 metros en el Océano Índico Central, aunque se trabaja para seguir mejorándola. La máquina puede descender a una profundidad de 4 a 5 kilómetros , caminar, excavar, raspar y agarrar, pero no puede todavía traer minerales a la superficie.

La competencia con China

En esta circulación tecnológica, mientras India se propone constituirse en una nación desarrollada hacia 2047, año del centenario de su independencia (que incluye por supuesto la promoción de la economía digital y la tecnología financiera, al tiempo que el desarrollo general basado en la tecnología), su proyección en torno a la IPD (cuyo valor económico agregado se espera siga creciendo) fortalece su rol como líder del Sur Global, complementado por otros agentes privados que también se proyectan al exterior y comparten y adaptan sus desarrollos tecnológicos a las necesidades locales de diversos países. India ofrece así sus tecnologías y plataformas de forma gratuita, mientras sus empresas tecnológicas obtienen contratos de desarrollo y mantenimiento y el país continúa su proyección global. De esta manera, la promoción de esa tecnología aparece como un medio para transformar esos países y le permite a India posicionarse como una suerte de fuerza de carácter “neutral” entre Occidente y China, que enfoca su promoción de la democracia también hacia la “democratización de la tecnología”, enfatizando la inclusión digital a través de la IPD (que incluso podría ampliarse si aborda el sesgo de género en el acceso a la tecnología digital), al mismo tiempo que abre un espacio de posible cooperación en la temática entre India y algunos actores de Occidente, en el Sur Global.

En lo que hace al ámbito de la tecnología en defensa, se observa un alto gasto, un avance en la sustitución de insumos extranjeros costosos por alternativas indias, la implementación de una estrategia exitosa para desarrollar exportaciones en este sector, el crecimiento significativo de tales exportaciones y el aumento de escala en todo sentido de las empresas emergentes y pymes de defensa, que buscan aprovechar la oportunidad a través de asociaciones con integradores de sistemas más grandes. Si bien los objetivos planteados por Modi se han venido cumpliendo, se requiere mayor inversión para tornar lo producido localmente más competitivo a escala  global y seguir potenciando sus ofertas, que resultan más rentables que las de los competidores occidentales, pudiendo atraer más compradores de los países en desarrollo.

Mientras por un lado el interés espacial de la India data del origen de la república, es cierto también que su respuesta permanente a los pasos dados por China establece una suerte de dinámica entre ambos países en que la competencia se traslada a todos los ámbitos, incluyendo el espacio exterior. 

En esta esfera, el desarrollo indio ha cruzado hitos que potencian su posicionamiento global, aunque su ambición de capturar el mercado de lanzamiento de países vecinos no dio hasta ahora resultados porque India tiene todavía una frecuencia de lanzamientos baja y no resulta rentable para ellos, abriéndose otro espacio sensible con China (en mayo de 2024, Paquistán lanzó dos satélites, con ayuda de China).

En lo que hace a los desarrollos tecnológicos dirigidos a la exploración del mar, India es uno de los gobiernos interesados en la minería de los fondos submarinos (ricos  en materiales de tierras raras, relevantes para combatir el cambio climático y contribuir en la producción de vehículos eléctricos, entre otros), junto a Corea del Sur, China y Rusia. Sin contar aún con un código establecido por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para regular la minería de los fondos marinos en aguas internacionales y a medida que aumenta la presión sobre los recursos terrestres, la India pone su mira sobre ese potencial, abriéndose a desafíos como el de la fragilidad del mecosistema oceánico y el impacto de esa explotación en las comunidades que dependen del mar para su sustento. Es decir, necesita priorizar prácticas sostenibles y garantizar el desarrollo responsable de la “Economía Azul”, camino que parece haber empezado a transitar con iniciativas como Pradhan Mantri Matsya Sampada Yojana, una iniciativa que promueve prácticas sustentables, también vinculadas a la tecnología, en los sectores pesquero y de acuicultura.

Finalmente, aunque India no posee un embajador/a dedicado especialmente a la cuestión tecnológica, como sucede con Dinamarca (que estableció ya la figura de un Embajador/a tecnológico/a para representar al país ante la industria tecnológica global y en foros de gobernanza global sobre tecnologías emergentes), del mismo modo que Estados Unidos (que cuenta con un Embajador General para el ciberespacio y la política digital), entre otros, India se ha destacado en el uso de la denominada “diplomacia digital”, desde el inicio de la gestión de Modi. En ese contexto, vale comentar que el primer ministro alcanzó en 2024 el lugar de líder actualmente en funcionesmás seguido en la red X, con arriba de 100 millones de seguidores en esa red social. Desde ya, es asimismo el político indio y el segundo político global más seguido en ella (luego del ex presidente Obama), al tiempo que el séptimo personaje de todos los rubros con mayor cantidad de seguidores.  Cuenta también con 25 millones en Youtube y 91 millones en Instagram

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